lunes, 7 de abril de 2014

Una armadura.

Para salvarme los huesos.
Para mantenerlos unidos.
Para sangrar por dentro.
Para estar unido a mi alma.
Para documentar mi piel.
Para ingerir los deseos.
Para comer menos.
Para para reducir el peso, de la espada, de mi espalda.
Zapatero de hierro, me hizo descalzo.
Para andar desnudo, y titilar de noche.
Con casco de oferta y grabado mi nombre. Para luchar más seguido sin desgastar los puños.
Para descontar los años para montar caballo.

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