viernes, 14 de febrero de 2014

De las manos de los pies.

Andemos con los vientos, muy ansioso, vayamos al mar es demasiado profundo, tampoco quisiera sobreponerme, ataca las pinturas que se despegan, de donde sea, de tu piel, de él, de la pared, dale otra mano que se le ve el pasado.
Instituciones para curar los huesos, amantes de los grifos sanguíneos. No le des mucho rodeo no pasará mucho para sentarse a llorar de nuevo. Cuidate de las letras, de lo confuso. Cuidate de ensuciar tus pies o tus ojos o tu miel.
Andemos por la calle, de las manos o de los pies, eso es más sutil.
Pero andemos.

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