En los viajes recurrentes
la comida escasea en boca de tontos.
El oliva ya marchito nos inunda de productos y los chinos malolientes
Contribuyen al olvido.
Mucha gente se apiló,
escaleras
y barrigas llenas de chiquillos
Un pueblo como un cuerpo
flaco, herido
¡Paren bolas malnacidos!
Tienen todo ya perdido y se rascan muy tranquilos
es que el río no ha crecido
Dios bendiga tierra santa,
infierno del diablo preferido.
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