viernes, 8 de julio de 2016

Tres Minutos

Amaneció con tanto dolor en el pecho que de la boca le salia un montón de baba,  nunca imagino que las palabras se sintieran tan pesadas, después llego  endemoniado lleno de rencor, que nadie le creyó, internada en el loquero municipal las pastillas eran las mas fuertes las pastillas eran gigantes las pastillas eras perfectas le quitaban el hambre, le quitaban el amor, le quitaban todo menos el sueño, una vez curada, su mente era quietud perfecta dinámica y secuencial le encantaba mirar al vació y babear, amaba las tardes sola y frías y horribles y sin amigos y sin agua sin comida sin café sin beber sin comer era ella sus pastillas de milagros y nadie mas.

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