viernes, 8 de julio de 2016
Tres Minutos
Amaneció con tanto dolor en el pecho que de la boca le salia un montón de baba, nunca imagino que las palabras se sintieran tan pesadas, después llego endemoniado lleno de rencor, que nadie le creyó, internada en el loquero municipal las pastillas eran las mas fuertes las pastillas eran gigantes las pastillas eras perfectas le quitaban el hambre, le quitaban el amor, le quitaban todo menos el sueño, una vez curada, su mente era quietud perfecta dinámica y secuencial le encantaba mirar al vació y babear, amaba las tardes sola y frías y horribles y sin amigos y sin agua sin comida sin café sin beber sin comer era ella sus pastillas de milagros y nadie mas.
Cena I
Todos en esa cena tenían cucarachas dentro del corazón, las penas de todos se juntaban para una ceremonia de berrinches internos.
Si Antonia hablara mas seguido, los demás sabrían que tiene la mente hecha huecos.
Los otros que comen como si la lengua fuera un adorno, comparten el vació del amor perrero callejero infortunio y escamoso, y es que esta ciudad tan grande parece mas fácil conseguir trastornados marcados de cóleras y con las suelas gastadas por el tiempo aunque apenas ayer dejaron el bachillerato que encontrarse activistas de la alegría.
Si Antonia hablara mas seguido, los demás sabrían que tiene la mente hecha huecos.
Los otros que comen como si la lengua fuera un adorno, comparten el vació del amor perrero callejero infortunio y escamoso, y es que esta ciudad tan grande parece mas fácil conseguir trastornados marcados de cóleras y con las suelas gastadas por el tiempo aunque apenas ayer dejaron el bachillerato que encontrarse activistas de la alegría.
lunes, 4 de julio de 2016
Palabras
Una ciudad hecha trazos de queso siempre dará la impresión de que los sueños pueden pasar por encima de las realidades hambrientas. Que las penas no salen en la tele y los horrores no se anuncian en la radio.
Un optimista prefiere la acera para hacerle luto al fracaso.
Un elefante con flecos caminaba en tu boca.
El objetivo del triunfo es el orgullo de los errores.
Un optimista prefiere la acera para hacerle luto al fracaso.
Un elefante con flecos caminaba en tu boca.
El objetivo del triunfo es el orgullo de los errores.
Enamoramiento
Estoy enamorada de las olas que revientan en las piedras de tu cintura.
De la luz que vomitan las flores de la cuidad.
Estoy enamorada de la grandeza de tu espíritu triste.
De los huecos de tu espalda inquieta y las alas de la boca necia.
Estoy enamorada del espectáculo de tu figura.
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